jueves, 29 de agosto de 2013

GET HAPPY !! (1980)

"Ser feliz"... ¿"Feliz", viniendo del pregonero mayor de pesares, desconfianzas y rencores de la mejor new wave en su más pleno esplendor?. Sospechoso cuanto menos... Y sin embargo algo si ha cambiado en el discurso. Y es que esos " pesares, desconfianzas y rencores" en "Get happy !!" ya se tornan pura bilis, rabia y desaprobación en absoluto disimulada. Póngamos sarcasmo pues a la hora de subrayar el porqué del título, que la ironía se queda corta y con ello, claro, ya empieza a cuadrar un poco el asunto en cuanto a expectativas previas.


 Lo cierto es que no tenía muchos motivos de felicidad el Godglasses por aquellos días si hacemos caso a biografías y documentos varios. El recuento de eventos y contrariedades no está nada mal: Steve Nieve abandona en determinado momento el proyecto (siendo sustituido por el guitarra, aunque fuera para los teclados, de los Rumour -los Attractions del no precisamente manco Graham Parker, recordemos si es preciso y para entendernos-); los propios Attractions aparcan eventualmente a su capo y prueban fortuna con su primer disco sin estar bajo el cobijo del ala costellera (que no lo escuché nunca pero las críticas, por lo poco que pude encontrar al respective, se decantan por el degüelle total y sin miramiento alguno); venía también nuestro prota de aquél celebérrimo incidente con la corista de la banda de Stills que tanto trascendió en los medios y que le dejó una sensación -errónea ni qué decir- de que si volvia a ver América iba a ser por la tele; sin olvidar (entre otras) el dolor de cabeza constante por los cambios de discográfica con el cierre de Riviera y la llegada a 2Tone surgida a su vez de las cenizas de Radar... Muchas cosas y muy pocas buenas, en resumen. Y como tuvo que ser aquella gira, la del "Armed forces" me refiero, en sus últimos compases presentando ya parte del temario de esta nueva obra que ya asomaba en ciernes... "Armed funk tour" que lo bautizaron, como se explica en el texto que incorpora la reedición noventera y digital de Demon, y tan anchos se quedaron. Otra de las buenas es cuando Bruce Thomas se cortó en un brazo con una botella antes de un concierto teniendo que ser reemplazado para la ocasión por nada menos que Phil Lynott (el creador de "Trust" compartiendo tablas con el de "Jailbreak"... que nadie intente dar más que no se puede). Dicho concierto, ya puestos, quedó inmortalizado en un pirata de tirada ultralimitada por el que muchos matarían o por el que, por lo menos, podrían desprenderse de varios apéndices y además con la risa... En fin, no lo alargo y aunque esto último son más anécdotas que contratiempos creo que quedó bien clarinete antes que no fue precisamente happy como entró Don MacManus al estudio donde el disco que hoy nos ocupa fue fraguado... Y a todo esto, antes de saltar párrafo y para los/las amantes de la síntesis: ¿qué si el disco es bueno con tanta mandanga previa -y mucha más que me/les ahorré, que no veas que declaraciones/perlas se marcaba el amigo por aquellos días-?. Pues no. Es imprescindible. Punto. Referirse a "Get happy !!" en términos de "bueno" es como afirmar que el Atlántico está "algo mojado"...

Y siguiendo con lo que toca, que es el tratar de abarcar el suculento contenido del fantástico elepé de hoy, es al que suscribe a quien le sobrevienen las dudas... ¿Qué es lo correcto, respetar el órden original del vinilo que tengo a un lado o el órden de la antes mentada reedición en cedé que tengo en el otro? ... Conviene aclarar que en este segundo caso el disco empieza al principio de la B side original, y no parece quizá el mayor de los problemas del mundo, en efecto, pero no menos cierto resulta que la secuencia de tracks deviene, o suele hacerlo en gran medida, en unas u otras sensaciones finales para el que escucha. Optaré hoy por esa segunda opción igualmente, y con las disculpas procedentes de ser estas necesarias, ya que me compré el compact de Demon (con sus bonus y tal) algo más de un lustro antes que el adorado vinilazo por lo que me acostumbré a escucharlo así, ya de primeras y hace sus buenos añitos, y me cuesta lo indecible revertir hoy así y de repente el asunto. Así, empezaremos el "disco soul de Costello" con los trotones ritmos acelerados de "Love for tender". Que habita a medio camino de "no action" y el "clubland" en lo audible y toda una declaración de intenciones, independientemente del órden elegido (es un principio de cara, sea la que sea, en definitiva), que da validez a esas declaraciones del maestro en relación a la exagerada (y bendita, por la entidad y personalidad propia que con ello se consigue) celeridad en que fuera parido el disco. "Opportunity" tiene ese marchamo juguetón de órgano que suena, según como, a videogame ochentero de Atari o similar, que ya habíamos oido de forma parecida en aquella "living in paradise" del "Model" aunque sin el glorioso reverso popero de quilates en el estribillo de esta última, me parece de recibo aclarar... Aunque, por contra, su ritmo más redondo -y tan ex profesamente "soulero"- le permite llenar con solvencia el grueso de la canción (cosa que no podría hacer la otra sin el mentado estribillo... si al final todo tiene lo suyo, claro qué sí). Pero ojo, al tanto, que llega una de mis favoritas: "the imposter". Que si la primera era vivaracha esta alcanza visos casi esquizoides en comparativa... Lo que en "love for tender" era rencor disfrazado de ironía y en la siguiente una demanda/exigencia de honestidad, en "the imposter" es denuncia directa a toda pastilla... Enorme Bruce Thomas a las cuatro cuerdas, por cierto. Siempre he pensado que es en este disco donde más luce el bajista (¿"soul acelerado"?, el sueño de cualquier bajista de la eclosión punk/newaver de los end-70's que se precie y qué bien que le quedó todo al puñetero -y qué lástima conocer en perspectiva como acabaría la relación entre los dos músicos, claro-). La también muy exigua en duración "secondary modern" es una canción de tempo claramente lento cuya resultona elegancia pone la alfombra roja para las ocho maravillas que siguen en tropel y que conforman el embutido central, lo realmente gordo (aunque con asteriscos a argüir como veremos/escucharemos al final de todo), de "Get happy !!". Y es que todo eso que sigue, de "king horse" a "black & white world", es una demostración de talento compositivo y variantes de registro interpretativo al alcance solo de los elegidos. De los elegidos de verdad. Y para agilizar lo despejo rápido. Para que perderme en los circunloquios garraferos habituales... Las melodías inapelables de "men called uncle" (sweet juventú espolvoreada con la agriedad de turno), lo incontestable de "king horse" (todo un single en potencia para las "fuerzas armadas" que, anda mira, aparece por aquí) o la misma "possession"... Empiezen, empiezen el día entonando a pleno pulmón, y tratando de emular la melodía, lo de "if there's anything that you want, if there's anything that you need" y el mundo ya es algo mejor. Y claro que "new Amsterdam" (que hace referencia a NY no a la capital holandesa, ya puestos) con sus aires "folkeros" y producción distinta al margen del resto del disco y sin mediar los Attractions, pues así fue registrada, es de lo más hermoso que nunca haya compuesto nuestro héroe (un saludo de anticipo al futuro "rey yanqui") pero, al tanto, que no la pondría tanto por encima de la también maravillosa perse "clowntime is over" (tremenda letra de fin de ciclos vitales remachada con una instrumentación que evoca despedidas de verano y diversiones varias). Y sigue el festival con la fanfarria marca de la casa (por entonces al menos y con los matices souleros perseguidos y encontrados para la ocasión) de "high fidelity" y su famoso juego de palabras, y la no menos trotona -e igualmente famosa- versión de Sam & Dave "I can't stand up for falling down"... Todo un regalazo que nos hizo, qué duda cabe, en los bises del reciente concierto del pasado julio... Esa manera de empezar lentamente, arrastrando, la segunda del par mentadas... La madre que lo parió !. Y ahí queda también "black & white world", faltaría... Otra vuelta de tuerca al concepto musical propuesto por "green shirt" del anterior elepé pero superándose en la propuesta melódica, todo ello (todo un que recurrente en este álbum) en menos de dos minutos. Llegados a este punto alguien podría pensar que al haber destacado previamente ese ramillete de canciones lo que queda hasta el final ralla por debajo, se puede entender... Nada más lejos que el planeta de los simios. A partir de ese momento, para las ocho tracks que quedan, el asunto se abre en todas direcciones y es, en verdad, uno de los documentos/argumentos más perennes que se puedan mentar a la hora de recordar porque Costello es a la new wave lo que el otro Elvis al R'n'r, Bowie al glam rock o los Ramones al punk: la fucking/blessed bandera, sin nada a rechistar. Uno puede casi adivinar toques skatalísticos en la inmaculada clase popera de "5ive years inreverse" (que este hombre produzco el "mensaje para Rudy" de los Specials poco antes, conviene recordar y atención al trabajo de Bruce de nuevo, please), el baladón con dejes r&b de "motel matches" que poco tiene que envidiar a los inolvidables "little triggers" del "model", y en medio queda "B movie" con su poso reggae que parece recoger el aún relativamente cercano testigo de los "detectives vigilados". En "human touch" , a su vez, ya no queda nada que adivinar, es un ska quema suelas de manual (adecuadamente "popeado" en sus matices, pero ska al fin). La sigue "beaten to the punch", el momento "Trust" más marcado de esta referencia (imagínensela de la mano con "fish'n'paper") y que deja entrever por donde irán los tiros en el futuro inmediato del artista/combo. Y si "temptation" fuese un poco más redonda, y en todos los frentes, no estaríamos en este plano existencial... Es de esas canciones, como mi favorita -"mi canción"- "watch your step" del siguiente álbum, en las que parece que no pase nada, que no haya nada especial a comentar (por su tan engañosa sencillez) y que, por alguna razón extraña e inexplicable, te atrapa en crudo. Momento de nuevo para la fanfarria con la imparable versión de los Merseybeats "I stand acussed", junto a "the imposter" mi canción "rápida" favorita del disco, con esa armónica al final y el ritmo innegociablemente creciente... Brutal youth la de este hombre, vaya qué sí. Pero, claro, el tipo es tan granuja que todavía tiene tiempo de dejarte k.o., ya del todo y sobre la bocina... "Riot act" es una de las mejores composiciones e interpretaciones del genio (de verdad que se lo prometo) que, en esta ocasión, parece adelantar las formas y maneras del también imprescindible "dormitorio imperial", amén de dar carpetazo a este pedazo de álbum con, de nuevo, un registro no utilizado hasta ese momento en el mismo. En resumen, si tu vida corre peligro de exceder los diez discos costelleros (que vaya desgracia de proporciones bíblicas también, claro) ni se te ocurra dejar de meter en la saca "Get happy !!". Irrepetible es hacer corto.

 

sábado, 10 de agosto de 2013

Va de listas...: De lo mejor a lo peor de Costello.


Aprovechando el comentario del gran ericwaits (otro costellero ilustre y vivido) en la anterior entrada, reflejamos la lista que él nos señala en ese comentario.


http://www.stereogum.com/1426582/elvis-costello-albums-from-worst-to-best

Una lista como otra mas. En el previo al concierto de Barcelona estabamos debatiendo sobre discos del maestro nikochan, guzz y servidor y entre los tres coincidimos en que si pusieramos en una mesa a diez seguidores de Costello a elegir su album favorito del gafotas, era posible que no hubiera ninguna coincidencia entre ellos. Así de basta, rica y eclectica es su obra.

Cada uno tenemos nuestras preferencias. Pero así, a bote pronto, ni Armed Forces sería mi número 1 ni Migthy Like A Rose ocuparía un lugar tan bajo.

martes, 6 de agosto de 2013

National Ransom (2010). Una elegante obra maestra de madurez.



Por todos es conocida la camaleónica capacidad de Elvis Costello para mimetizarse dentro de diferentes géneros musicales. Desde que con aquel memorable Get Happy! de 1980 decidió rendir pleitesia a la música soul, se ha atrevido con todo. Y con todo ha dado la de cal. Porque Costello siempre es una apuesta segura, además de un músico único. Único hasta para sus detractores. Un tipo irrepetible y que en esta humilde mansión siempre tendrá garantizada una habitación de lujo. Reservada solo para los más grandes. El es uno de ellos.

El disco de versiones de 1981 Almost Blue (por el que rompo una más que merecida lanza), y las obras definitivas que son King Of America y The Delivery Man (a las que por supuesto iré dedicando entradas en un futuro no muy lejano), habían destapado el tarro de las esencias de ese Costello deudor de la música hecha en América. Uno de mis Costellosfavoritos. Discos, maravillosos todos ellos, en los que Declan nos ofrece unas colecciones de temas que se agarran con fuerza a la música genuinamente americana (country, blues, americana, etc..). Con Secret, Profane & Sugarcane (un disco para fans), de 2009, fue mas allá, apuntó mejor el tiro y nos entregó una obra aun mas concreta en su aroma añejo y asentado exclusivamente en el country más puro. National Ransom, su último disco de estudio, es el paso definitivo a la excelencia. Un compendio genial de todo ese camino recorrido. La gran obra costelliana?

Sinceramente, cualquiera que no sea aficionado a la música de Costello y se acerque con entusiasmo a este disco, se sorprenderá y no lo lamentará. Guarda entre sus surcos unas canciones brillantes, orientadas a todo tipo de estilos y gustos dentro de toda la amalgama estilística que caracteriza su obra reciente. Aquellos que disfruten del country más asequible y contagioso tienen en I Lost You su gran piedra de toque. Los que amamos la parte más jazzística de Costello (aquella que nos hace vibrar en North, por ejemplo), tenemos en You Hung The Moon y Jimmie Standing In The Rain dos de sus mejores composiciones. El rock mas imposter encaja a la perfección en maravillas como National Ransom (que abre la obra). También está el Costello mas desenfadado en cortes maestros como A Slow Drag With Josephine y en cortes de una intensidad especial como en la extraordinaria Dr Watson I Presume o la no menos redonda One Bell Ringing. E incluso, ese Costello al que le gusta mostrarse mas vulnerable, sin el respaldo de su grupo, y que resulta arrebatador: Bullets For The New-Born King .Pero hay mas, mucho mas, como la enorme Five Small Words. Son dieciséis cortes indispensables y la altura de sus grandes clásicos. La compañía de T-Bonet siempre le ha sentado de maravilla. Es con el que mas cómodo lleva sientiéndose desde mediados de los ochenta.

Resulta pasmosa, y nunca me cansaré de decirlo, la capacidad que tiene la mente de este señor para parir tanto numero de fantásticas canciones a las que el paso del tiempo no les quita ni un apice de calidad y encanto. Costello es brillante, e inteligente. Un visionario del rock. No podría vivir sin el.


Entrada rescatada desde el blog http://mansionenlacolina.blogspot.com.es.

domingo, 4 de agosto de 2013

Anecdotario Costello: Comiendo con Diana en Donosti.




Solo faltaba la foto. Y ya la tenemos: Elvis Costello y su mujer, Diana Krall, juntos en Donostia. Es en el restaurante Urola, con el cocinero Pablo Loureiro y el personal del recuperado local de la Parte Vieja. Parece la clásica imagen de una pareja de guiris que disfruta de San Sebastián .Pero detrás de esa inagen hay bastante más.

Lo importante es que los dos músicos ofrecieron hace unos días brillantes conciertos en el Jazzaldia: Costello estuvo a su nivel en la actuación gratuita para gautxoris en la playa de La Zurriola; Krall evidenció en el Kursaal su madurez como artista y como persona firmando una actuación elegante, contundente y redonda.

Pero la crónica rosa del Jazzaldia exigía la foto donostiarra y conjunta de la pareja. Costello canceló el domingo su concierto en Lisboa (no sabemos bien por qué) y regresó a San Sebastián. Asistió al concierto de su esposa, se fueron juntos a cenar a Rekondo… y después se dirigieron al Urola para juntarse con otros amigos que cenaban ahí. Bebieron buen vino y comieron anchoas. Y después se fueron al hotel María Cristina, donde les esperaban sus gemelos.

Si nos pusiéramos cursis diríamos que Diana y Elvis, al fin, se amaron en Donostia. Dejémoslo en que San Sebastián fue el punto de encuentro donde sus respectivas giras se cruzaron. Los dos se fueron de la ciudad repitiendo eso tan sabido de “qué ciudad tan maravillosa”. Como Jamie Cullum, que quiere volver y actuar cuatro días consecutivos. O como John Zorn.

Krall y Costello en San Sebastián: ya está la foto. Ya podemos dar por cerrado el Jazzaldia. Ya podemos irnos de vacaciones. Feliz agosto.

sábado, 3 de agosto de 2013

Anecdotario Costello: Radio Futura teloneando a Elvis (1979).



Nunca he sido un gran admirador de la música de Radio Futura (aunque les respeto enormemente), pero como curiosidad es importante destacar que el primer concierto de su carrera lo hicieron ni mas ni menos que como teloneros de Elvis en 1979. En su día, la revista Rolling Stone publicó el siguiente recordatorio sobre aquel hecho. Lo recuperamos.


- RADIO FUTURA:

Dónde: Barcelona, 1979, como teloneros de Elvis Costello. 

Aforo: Unas 3.000 personas, pero todas para ver a Costello. 

Caché: Ni un duro. 

Qué pasó: “Grabando nuestro primer single, Enamorado de la moda juvenil, nos dijeron que si queríamos tocar al día siguiente de teloneros de Costello. Dijimos que sí, y luego pensamos: ‘¿Cómo se hace eso de tocar?’. No teníamos ni idea. Ni tampoco batería: teníamos una caja de ritmos. Tocamos una media hora, el Enamorado..., Cinco semanas en globo... Y salimos hasta arriba de maquillaje. Debimos hacerlo bien porque nada más terminar nos propusieron grabar un disco. Santiago Auserón tenía por aquella época una guitarra Fender Jaguar, y Costello era coleccionista de esa marca. Uno de los roadies [asistentes] de Costello se pasó todo el día persiguiendo a Santiago con una oferta. El roadie quería vendérsela a Costello por el doble. Pero Santiago no quiso”, declara Radio Futura. 

El diario el Pais también se hizo eco de aquel concierto. 





viernes, 2 de agosto de 2013

LAS " BONUS TRACKS " DE KING OF AMERICA

Cinco , cinco perlas como  rosario de sutilezas , de virtud  musical , de cálida armonía ; es cierto que no se alejan  de la  hermosa permeabilidad  que define a King of America y que estas canciones se mimetizan a la perfección en su paisaje , pero siempre las he considerado como una especie de mini album  autónomo , un ep camuflado , un bendito regalo de erudición lírica , escondido  y envenenado con  intrínseca vida propia ;  al final creo que no podré evitar ocultar  mi devoción por esta secuencia de canciones que aun logran articular , vertebrar sentimientos  que todavía no he logrado dispersar ; sigo girando y girando en torno a estas canciones  que descansan en mi propia identidad .


La  colaboración de Elvis Costello  con T. Bonne Burnett  bautizada como The Coward Brothers  impone una sonoridad agreste  a The People´s Limousine ( más festiva )  y  la dulce, nostágica  They´ll Never Take Her Love from Me , para dar paso a ese íntimo exorcismo  que es Suffering Face  , huesuda  canción de triste belleza  que pelliza en la emoción  ; no hay duda , Costello estaba  sobrado , su filón expresivo  se había ensanchado  ; y es que  King of America, con estas bonus tracks incorporadas a sus andares  ,  aun siendo quizá de los más alejados de su composición imprevisible  se convierten en un punto de inflexión en su carrera  : el tiempo , como a todos , había moldeado  su inicial  , autoparódica arrogancia  en la humildad de quien encuentra fijeza , sentido  en las raices  , aun no dejando nunca , nunca de ser radicalmente independiente ; y valiente , como demuestra  estas desnudas canciones que tienen ese halo único , que desprenden ese no se qué  que desarman ; esas canciones que sólo los más osados se pueden permitir . Costello estaba lanzado , tan sólo unos meses después aparecía Blood & Chocolate …..


 
(Suffering Face) 

Shoes Without Heels y King of Confidence  cierran  estos cinco éxitos nostálgicos  de triste belleza  que evolucionan  con una coherencia  que desconozco si fue premeditada ; canciones que todavía hoy son mis cómplices y  que exigen , como cualquier  actividad  humana , colaboración ; Costello desarma , estimula , juega ; metáforas , eufemismos para señalar la falta de sentido del humor  de la sociedad yanki  , a la que  adula de forma sarcástica  su nacionalismo barato ; sí , Costello es un  pérfido y lúcido observador social  de sorna y mordacidad  exquisitamente británica ; y aunque todo esto y más subyace  en  estas  exquisitas canciones yo me refugio en soledad  en el vaivén  de su fascinante  sencillez .
Lanzado , Costello estaba lanzado……

(Shoes without Heels)