miércoles, 25 de septiembre de 2013

Critica Wise Up Ghost por Kepa Arbizu.



“Wise Up Ghost and Other Songs” de Elvis Costello and The Roots. Entendimiento intergeneracional



Por Kepa Arbizu.

La carrera de Elvis Costello ha transitado entre todo tipo de registros y estilos. Ha pasado por el soul, el jazz, el rock americano, el power-pop e incluso la música clásica. Una determinación de la que sólo unos pocos elegidos pueden salir indemnes, y el inglés lo ha hecho a base de calidad y por medio de una sobrada capacidad para darle un resultado muy satisfactoria a todas esas inquietudes. Ahora llega un nuevo capítulo, esta vez por medio de un álbum que se acerca a los sonidos del hip-hop, en esta ocasión surgido de la colaboración con el grupo The Roots.

Una banda ésta que tiene algunas peculiaridades, además de su gusto más que demostrado a lo largo de los años de buscar la interacción con otros artistas, como un estilo ampliamente influenciado por los ritmos negros clásicos y un desarrollo de estos mismos mayormente por medio de instrumentos clásicos. Elementos que seguramente han influido de alguna manera en la buena conexión entre todos ellos.

La unión que ha dado como conclusión este “Wise Up Ghost and Other Songs” nació en el programa televisivo de Jimmy Fallon, en el que como han dicho los propios implicados surgió el amor a primera vista. Algo que desde luego es fácil de adivinar viendo el pleno entendimiento que se transmite a lo largo del disco. Y es que no es de extrañar que Costello se sienta cómodo en ritmos repletos de “groove”, incluso a la hora de interpretarlos, ya que algunos de sus fraseos a lo largo de sus muchas composiciones no han estado exentos de cierta cadencia cercana al “rapeo”.

Un factor que es importante en este trabajo, y resulta llamativo, son unas letras crudas y crípticas dispuestas a representar las tinieblas cotidianas de la sociedad. Otro elemento curioso, referente a este mismo aspecto, que hay que mencionar es la utilización de una suerte de “patchwork” formado a base de versos nuevos junto a otros extraídos de canciones pertenecientes al repertorio de Costello. Así veremos asomar partes reconocibles de “Bedlam”, “Invasion Hit Parade”, “Pills and Soap” o “She’s Pulling Out the Pin”.

A pesar de lo expresado hasta ahora es lógico que todavía puedan asaltar ciertas dudas respecto a la mezcla que implica este proyecto, a pesar de lo solvente que se ha mostrado el inglés en diferentes registros. La única manera de dilucidarlas es hacer sonar el disco, y ya desde su primer momento nos encontramos con “Walk Us Uptown”, construido bajo una melodía de contundente percusión y ambiente envolvente, una densidad sonora que hace de perfecta banda sonora para una canción que transmite esa espesura de las grandes ciudades. Junto a todo ello, de manera algo escondida pero a la vez muy presente, aparece la voz de Costello y sus reconocibles melodías. Siguiendo con las composiciones que optan por el camino más movido está “Refuse to Be Saved”, con un tono funky y arrogante apoyado en un juguetón sonido de teclados, donde el cantante se desenvuelve con total soltura. Continuando en esa misma tónica aparece “Come the Meantimes”, una de las que más se acerca a lo que podríamos llamar el estilo “old school”.

La manera en la que el álbum optará por construir melodías más oscuras y densas es variada y con formas distintas. En “Sugar Won’t Work”, por ejemplo, nos podemos encontrar con esos estribillos marca de la casa, con ese deje romántico y épico pero en un contexto musical contundente, con un papel destacable de la guitarra que nos retrotrae a los sonidos clásicos de Steve Cropper. “Wake Me Up” o “Stick Out Your Tongue”, sin embargo, volverán a recuperar el sonido más “hiphopero” y urbano. “Viceroy’s Row” se acerca a unos postulados más jazzísticos, difuminados evidentemente en la forma particular de The Roots. Un tono elegante que se mantiene en “Wise Up Ghost”, bajo un entorno musical más tenso que parece estar siempre próximo a la explosión. Si en “Tripwire” ya hay una casi total retirada del “sello” de la banda, dejando a Costello desarrollar sus habituales tiempos lentos melancólicos, “If I Could Believe” y su piano parecen extraídos directamente de “North”.

No creo que haya ninguna duda en que la música negra ha tenido un peso esencial en la carrera de Elvis Costello, ya sea como influencia menos visible o de una manera mucho más evidente. La cuestión que había que discernir en la colaboración entre él y el grupo The Roots era cómo se adaptaban épocas y maneras diferentes de afrontarla y representarla. Visto el desenlace de “Wise Up Ghost and Other Songs” esa diferencia generacional queda evitada por la capacidad de todos los implicados en sumergirse en el espíritu del otro y ser capaces de crear un disco notable, sorprendente y reconocible según el perfil de sus intervinientes a partes iguales, que, sobre todo, puede incrustarse sin problema en la carrera del mítico músico inglés, lo que a todas luces es un gran resultado.

martes, 24 de septiembre de 2013

Efeeme entrevista a Costello por Wise Up Ghost & Other Songs.

Efeeme entrevista a Elvis con motivo del nuevo album. Publicamos la entrevista y el link a la revista. Agradecer a Efe Eme la atención y devoción que siempre han demostrado con la obra de Costello. Por cierto, documento muy interesante, como siempre.

Proximamente, haremos nuestra critica del nuevo album.


Elvis Costello se ha unido al grupo de hip hop The Roots para dar forma a “Wise up ghosts & other songs”, un disco sorprendente que supone otro más en la trayectoria de este creador inagotable y de conocimientos musicales enciclopédicos. Carlos Pérez de Ziriza ha charlado con él.

Texto: CARLOS PÉREZ DE ZIRIZA.

“Wise up ghosts & other songs” (Universal) es el resultado de una relación especialmente fructífera, por muy discordante que pudiera parecer en un principio: la del siempre inagotable Elvis Costello junto a la histórica banda de hip hop The Roots. Producido por Steven Mandel (habitual del grupo de Filadelfia) y compuesto entre Questlove (su alma mater) y Costello, lo que deparan sus doce canciones es fruto del encuentro (gestado hace cuatro años en el programa televisivo de Jimmy Fallon, en EE.UU.) entre dos enormes talentos que, alejados geográfica y estilísticamente, están sin embargo unidos por su desafío a las limitaciones sonoras de cualquier clase. Y cuando esas premisas se dan, es difícil que el resultado no cuaje. El álbum comenzó a gestarse casi por casualidad, a partir de la reelaboración de material añejo que el propio Costello quería llevar a cabo desde una perspectiva imbuida de negritud. Y el resultado no es solo un intrigante reflejo sonoro de un mundo azotado por las artimañas al servicio de la violencia de Estado, por la amenaza de las armas químicas y por las revueltas ciudadanas (porque algunos de esos temas tienen reflejo en sus letras): es también lo más excitante que se ha publicado con la firma del compositor británico en mucho tiempo. Un exuberante alegato sonoro que podríamos cifrar entre el hip hop mutante, el funk satinado y el neo soul espurio, tan inquietante como seductor. El propio Declan McManus nos lo explica desde Nueva York, con todo lujo de detalle, al otro lado del teléfono.

En el texto promocional del álbum, Questlove define vuestra relación como un “amor a primera vista”. ¿Fue realmente así?
Sí, se puede decir que fue así, aunque el proceso fue un poco más largo. Tras pasar por allí para ser entrevistado, en el “Late night with Jimmy Fallon”, donde ellos tocaban como banda cada noche, empecé a hacer cosas para ellos. La idea inicial era hacer alguna canción de mi catálogo propio que adoptase su perspectiva como banda de directo. Había un arreglo en ‘High fidelity’ [de "Get happy", 1980], de hecho, en el que yo no había pensado en treinta años, y encajó tan bien lo que ellos hicieron que me encantó. La llevaron a su terreno. Durante los siguientes dos años tuve la oportunidad de volver allí para presentar las canciones de “National ransom” [2010], o cuando el propio Springsteen sacó su disco, porque me invitaron a participar en una semana en la que solo se interpretaban canciones de Bruce. Tocamos ‘Brilliant disguise’ pero de una forma muy poco convencional, como una banda que podría salir de 1955, así que creo que todo nos condujo a esto. Eso y que los dos necesitábamos hacer este disco. Y comenzarlo por piezas ya compuestas anteriormente, como el ejercicio de revisitar ‘Pills and soap’ [de "Punch the clock", 1983]. Quería llevarme esa letra aparte, a otro sitio, y hacer un collage con diferentes piezas de mi catálogo. Y hacer algo que tuviera sentido para los tiempos que vivimos. Muy rápidamente pasamos de eso a crear nuevas canciones.

Por lo que cuentas, deduzco que ‘Stick out your tongue’ (que introduce fraseos de ‘Pills & soap’) fue la primera en gestarse…
Fue la primera en ser compuesta de esta forma. En lugar de ser tocada con el piano, fue parcialmente tocada con el piano eléctrico y con una sección de viento. Hay una parte del estribillo que proviene de ‘“National ransom’, y hay una estrofa que está extraída de ‘Pills and soap’. También hay algo de ‘Hurry down doomsday (The bugs are takin’ over)’ [de "Mighty like a rose", de 1991]. Hay veces que retomas tus ideas en un contexto diferente, y lo que yo he hecho aquí es interpretar esas letras en un contexto distinto. Si estás muy obsesionado con los originales, te será muy difícil escuchar la nueva estructura. Pero no soy tan arrogante como para pensar que todo el mundo ha escuchado ‘Hurry down doomsday’ o ‘National ransom”’. ‘Pills and soap’ es algo más conocida, pero francamente, podrías coger su letra y nadie sabría de qué estás hablando. Me sentía emocionalmente fuerte para exponer este punto de vista, marcado por esas tres estrofas combinadas con esta música, creada ex profeso para enmarcarlas. Solo hay cuatro canciones en el disco que compartan este método, el resto nacen de ensayos juntos, de la respuesta que me inspiraban los samples y sonidos que Steve [Mandel, el productor] creaba. Hay veces en que simplemente cogía la guitarra acústica y pensaba: “hey, así es como va a ir la canción”. Unos golpes de batería y algo de wah wah en las guitarras, pero construyendo sobre ellos. ‘Cinco minutos con vos’, por ejemplo, empieza con solo un beat y lo primero que se oye es una melodía de viento que yo escribí, y que ellos tocaron extraordinariamente, y luego entra la maravillosa línea vocal de Marisoul [vocalista del grupo angelino La Santa Cecilia], en español “argentino”. Me interesa particularmente centrarme en esta canción, porque cuenta la historia personal de una chica esperando en Montevideo a que su padre, perseguido por la dictadura argentina, llegue hasta allí. Desafortunadamente, él nunca consigue llegar, porque es lanzado desde un avión al mar por los militares. Francamente, no sé cómo puede vivirse una experiencia así, pero sí sé que hoy en día hay gente que está siendo interrogada, supuestamente por nuestra seguridad, y se están perpetrando cosas despreciables en nuestro nombre de las que nadie está siendo responsable, y nadie está pagando por esos actos. Puede que la gente en Argentina encuentre extraño que cuente ahora esta pequeña historia, treinta años después, pese a ser hechos que están plenamente documentados y probados, pero lo cierto es que no puedo separar este trabajo con de The Roots de otras cosas que han ocurrido últimamente en mi vida: recientemente fue el treinta aniversario de ‘Shipbuilding’ [de 1983, incluida en "Punch the clock"], compuesta como respuesta a la guerra de las Malvinas, y sobre la que mucha gente aún me pregunta. Y yo quería hacer esto precisamente ahora, que no es una canción panfletaria, tan solo una pequeña historia sobre una tragedia familiar desde el otro punto de vista, el de la nación derrotada (y no la invasora), unos años antes. Pero todos tenemos un problema desde el momento en el que sabemos que hoy en día todavía se hacen esta clase de cosas en nuestro nombre, supuestamente en nuestra defensa.


“Si me preguntas cuál va a ser mi siguiente paso, estoy tan ocupado con esto que no puedo ver el futuro, de verdad. Si algo me ha enseñado la experiencia es que no puedes tener miedo de lo impredecible”

La exuberancia formal del álbum, plena de suntuosos arreglos de cuerda, recuerda mucho a los grandes álbumes de Curtis Mayfield e Isaac Hayes durante la primera mitad de los setenta. ¿Lo ves así?
Si alguien utiliza las palabras “Curtis” y “Mayfield” en la misma frase que mi propio nombre, no puedo más que ser humilde y tomármelo como un cumplido. Es uno de los grandes maestros. Y no es un descubrimiento para mí. Conozco el catálogo de The Impressions posiblemente mejor que ningún otro. Y nunca diré las suficientes veces la gran influencia que él ha supuesto en mi forma de escribir, desde el principio de mi carrera. O sus discos de madurez. Aunque cuando combinas a un batería como Questlove con esas brillantes orquestaciones, no puedes pensar solamente en una única influencia. Hay muchas cosas que, afortunadamente, suscitan esa combinación. Y una de ellas es Curtis Mayfield. Yo no puedo cantar como él, por supuesto, porque su voz era celestial, como la de Smokey Robinson, parecía que sus voces venían directamente del cielo. Pero canto a mi manera, aunque tome prestadas algunas cosas para hacer música, al igual que puedo decir que Questlove es un estupendo arreglista y orquestador por derecho propio. Si la gente lo ve como una aproximación a Curtis Mayfield, lo veo como un cumplido.

Especialmente a partir de los años noventa, has grabado infinidad de álbumes con figuras teóricamente alejadas de lo que podríamos entender como territorio pop o rock. Con The Brodsky Quartet, con Burt Bacharach, con Anne Sophie Von Otter, con Allen Toussaint y ahora con una banda de hip hop como The Roots. Por no hablar de los frecuentes devaneos estilísticos de tus propios álbumes, junto a The Atractions o más tarde a quienes conocemos como The Imposters. ¿Hay aún algún territorio inexplorado al que te gustaría aproximarte?
Bueno, si miras mi catálogo con detenimiento, te puedo decir que una de las primeras cosas que grabé fue mi versión de ‘My funny Valentine’ [el estándar de jazz de 1937], ya en 1978. En el 77 grabé ‘I just don’t know what to do with myself’, de Burt Bacharach. La música de Allen Toussaint es fundamental para entender el rock and roll, como música de Nueva Orleans que es, y en mi primer disco la banda que me acompañaba era una banda de country. Así que la única cosa que hacía que la gente me viera como alguien adscrito a la new wave o el punk era que me veían como un chico inglés con bandas americanas, cuyo sonido quizá yo endurecía un poco, pero… yo ya tenía una pedal steel mucho antes de grabar “Almost blue” (1981). Siempre me he sentido un poco tonto cuando la gente ensalza tanto esos cambios de estilo. Y respecto a este disco, no es algo inédito para mí el trabajar con un beat box, o ensamblar arreglos de la forma en que lo he hecho, que es muy similar a lo que hice ya en “Spike” (1989). El resultado aquí es que el groove es diferente. Ahora bien, si lo que me preguntas es cuál va a ser mi siguiente paso, estoy tan ocupado con esto que no puedo ver el futuro, de verdad. Si algo me ha enseñado la experiencia es que no puedes tener miedo de lo impredecible. Puede haber magia, o una aventura al girar la esquina. Pero no todo lo que haces en colaboración está pensado para tener una apreciación larga y universal, o para ser tocado en directo en las mejores condiciones. Hay veces que das algunos de tus mejores shows en sitios que tan solo visitas una noche, por ejemplo. Uno de los mejores directos que hice fue en una fábrica de armas abandonada de Alemania, con acompañamiento de trompeta y violín reinterpretando temas de toda mi carrera. Y no hay grabación de esa noche. Ocurrió así y fue precioso.

En todo caso, supongo que aún te sientes cómodo tocando tus temas más populares en el formato en el que fueron concebidos, como en tu reciente gira hispana del pasado julio. El concierto de San Sebastián, de hecho, se pudo ver unos días más tarde por nuestra televisión pública…
Sí, los últimos tres años han sido una experiencia fantástica para The Imposters, desgranando el contenido de “The returning of the spectacular spinning songbook” (2011), un gran vodevil que nos ha puesto en contacto de nuevo con canciones que teníamos arrinconadas. Hemos llegado a acumular más de ciento cincuenta al final de la gira, este verano. También conseguimos darle un tratamiento interesante a las canciones de “National ransom”, que yo creo que no habían llegado tanto a la gente como deberían, para que se convirtieran en parte destacada de los conciertos, como pasó en Barcelona o Madrid. El de San Sebastián para mí no fue tan disfrutable, ya que estábamos en un sitio con acceso gratis, en la misma playa, y es un ambiente diferente. Muy diferente a cuando toqué allí en la plaza de la Trinidad, hace tres años. En esta ocasión hubo problemas técnicos durante el primer tercio del show. Al final la cosa funcionó, pero para serte honesto no fue el concierto del que más satisfecho estoy. Barcelona y Madrid tuvieron un ambiente excepcional. Cuando vimos que teníamos tres fechas en España… bueno, o una en España, otra en Cataluña y otra en el País Vasco… [risas], teníamos miedo de que no hubiera nadie, porque cada día vemos en las noticias lo mal que la gente lo está pasando por motivos económicos, y aunque la afluencia de público en Barcelona y Madrid era menor que otros años, todo el mundo fue increíblemente entusiasta y agradecido. No me sentí en absoluto defraudado. Pero he de decirte que también lo pasamos muy bien tocando en un festival como Glastonbury, ante ochenta mil personas; aunque, obviamente, fue más gente a ver a los Rolling Stones que a nosotros. No tenemos miedo a los grandes escenarios, nos sentimos igual de cómodos ante dos mil que ante ochenta mil personas. Podemos tocar en el Círculo Artico o en Montecarlo, y The Imposters siempre están dispuestos al desafío. Y por eso tampoco hay razón por la que no podamos tocar algunas de las canciones de “Wise up ghost”, porque The Roots tienen la agenda demasiado ocupada ahora con su rol como banda del “Tonight show”, que tendrá más audiencia aún que el anterior programa de Jimmy Fallon [el equipo de Jimmy Fallon se desplaza próximamente Nueva York, para reemplazar a Jay Leno en su histórico show]. El lunes próximo, sin ir más lejos, tocamos en una bolera de Brooklyn [se refiere al Brooklyn Bowl], y tenemos más citas. Siempre que la gente quiera, claro.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Anecdotario Costello: Riot Act 1980.

La historia es archiconocida por todos los fans de Costello, pero en la revista on-line efeme se hacen eco de ella esta semana. Buen articulo que reproducimos aquí. 

http://www.efeeme.com/la-cara-oculta-de-las-canciones-riot-act-la-peor-resaca-de-elvis-costello/

A veces, el alcohol juega malas pasadas. Una inoportuna discusión de bar con Stephen Stills y Bonnie Bramlett, terminó con Elvis Costello en el punto de mira de la prensa y siendo acusado de racista. ‘Riot act’ sería el resultado de la peor resaca de Costello.





Después de una noche regada por el alcohol, Elvis Costello quedó destrozado. No era porque la boca le supiera a alcantarilla o porque todo diera vueltas alrededor de su cabeza. La resaca con la que Declan Patrick MacManus se levantó una mañana de marzo de 1979 no era una resaca normal y corriente. Era peor. De esas que pasan factura.



Con motivo de la presentación de su tercer álbum, el magnífico “Armed forces” (1979), Elvis Costello y su banda, los Attractions, se embarcaron en una gira por Estados Unidos. Después de uno de los conciertos, Costello y el bajista Bruce Thomas decidieron terminar la noche tomando algo en el bar del hotel Holiday Inn de Columbus, Ohio. Los ingleses no eran los únicos músicos que habían pensado en relajarse en ese bar, el destino hizo que allí coincidieran con Stephen Stills y su banda, quienes les invitaron a unirse a ellos. A medida que las copas empezaron a circular, lo que comenzó siendo una charla entre dos músicos anglosajones terminó siendo un enfrentamiento dialéctico con el alcohol como mediador. Un envalentonado Elvis Costello comenzó a insultar el carácter y las costumbres norteamericanas. “Déjanos en paz, solo hemos venido aquí por el dinero” o “nosotros somos los blancos originales, vosotros sois los colonizados”, fueron algunas de las perlas que salieron por la etílica boca del deslenguado Costello. Stills se calentó como una olla a presión y Bonnie Bramlett, que formaba parte del grupo, entró en el juego. Cuando la cantante le preguntó cuál era su opinión sobre James Brown, Elvis lo definió como un “culo negrata bailongo”, y cuando Bramlett repitió la jugada con Ray Charles, el inglés le espetó que “solo era un negro ciego e ignorante”. Lo que sucedió después se ha ido adornando según quién lo cuente. Independientemente de que Stephen Stills le pegara o no a un tipo con gafas, Eddie, el barman de origen japonés del hotel, quitó hierro a una pelea que con el paso del tiempo ha sido elevada a la categoría de mito: “Solo unos cuantos empujones, luego el grupo de Stills se dirigió a su autobús y los ingleses se retiraron a sus habitaciones”.

Algo que se podía haber quedado en la barra del bar como una riña entre borrachos enseguida saltó a los medios de comunicación estadounidenses. Bonnie Bramlett se encargó de ello. El hecho de que Elvis Costello se hubiera despachado hablando así del pueblo de Estados Unidos y, en especial, de su comunidad negra, lo convirtió rápidamente en el villano número uno de América. La prensa se posicionó en su contra y el inglés fue acusado de racista y xenófobo. De la noche a la mañana, Declan MacManus se había ganado toda la enemistad del país de las oportunidades y no le quedó más remedio que intentar defenderse y explicarse en una rueda de prensa en el edificio de la CBS. “Os estaréis preguntando por qué os he reunido aquí”, declaró con su habitual sorna, “tan solo quiero aclarar una cosa, no soy racista”. A continuación, se dispuso a explicar lo sucedido: “Bruce y yo estábamos en aquel bar después de nuestro concierto y habíamos bebido bastante. Estábamos borrachos pero no pasados, en ese estado en el que empiezas a reírte de todos. Bromeábamos con los del grupo de Stills y a medida que seguíamos privando, las bromas se hacían más pesadas e incisivas. Supongo que con la borrachera que tenía las cosas que les dije fueron exageradas. ¡Es normal! Pero ellos se lo tomaron en serio. La verdad es que les dije las cosas más ofensivas que pude, lo que sabía, dentro de mi lógica etílica, que les iba a cabrear más”.

Cuando le preguntaron por qué sus palabras estaban dedicadas a los negros, Costello recordó otros de los calificativos que se repartieron esa noche: “Lo que dije de Crosby, Stills, Nash y Young que son muy blanquitos los cuatro, no apareció por ningún lado, ni tampoco la opinión de Bonnie Bramlett de que todos los ingleses son unos jodidos piojosos y no se les levanta nunca. Estoy convencido de que todo el mundo en alguna ocasión ha llegado a esos extremos, a decir algo que no cree”.Y volvió a echarle la culpa al alcohol: “Si no hubiese estado borracho nunca habría dicho esas cosas, en circunstancias normales habría utilizado otras palabras, otra forma de atacarles. Ofender, como táctica, es un argumento muy sencillo”. Más adelante, el cantante lo explicaría de forma más grafica: “Si hubieran sido pintores, habría insultado a Toulouse-Lautrec”.

Uno de los músicos mencionados durante la trifulca, Ray Charles, se lo tomó con filosofía: “Lo que dice un borracho no debería salir publicado”. Pero a pesar de contar con el perdón de Charles y de que las intenciones de Costello fueran sinceras, Elvis no contentó ni convenció a nadie tras aquella rueda de prensa, algo que le dejaría huella durante su trayectoria: “Es horrible trabajar duro por algo durante un tiempo y descubrir que lo que la gente sabe de ti son mentiras e idioteces. El incidente de Columbus fue lo primero que mucha gente supo de mí y ha sido la cosa que más ha pesado en mi carrera. Es bastante deprimente”. Las consecuencias de su borrachera no tardarían en llegar: “Nuestros discos fueron retirados de las listas de reproducción de las radios. Nuestros conciertos, boicoteados, y recibí más de cien amenazas de muerte, por lo que tuve que necesitar guardaespaldas armados para el resto de los conciertos. Salí de Estados Unidos sin poder explicarme, para satisfacción de la histérica y encantada prensa liberal. La gente a la que supuestamente había insultado, Ray Charles y James Brown, tuvieron una visión más generosa de estos comentarios, atribuyéndolos a la idiotez de la ebriedad. No me imaginé que podría volver alguna vez, ni tampoco creo que me lo mereciera a pesar de que había un gran número de hipócritas entre la gente que buscaba hacer daño a raíz de este incidente. Nunca pude explicar del todo cómo salieron de mi boca semejantes palabras”.


Con la opinión pública en su contra, Costello era consciente de que su siguiente trabajo no sería recibido tan bien como le gustaría y la manera de exorcizar todo su malestar generado por el desafortunado suceso se llamó ‘Riot act’. Este tema fue el broche final de su cuarto álbum, “Get happy!!” (1980), un elepé de nada menos que veinte canciones, cuyos títulos aparecían desordenados en la cubierta. El cuatro trabajo del inglés bebía del soul y el rhythm and blues, es decir, de sonidos negros originarios de Estados Unidos. ¿Pretendía Elvis Costello ondear la bandera blanca para pedir una tregua? Así explicó la influencia de estos géneros: “Pudo ser tentador afirmar que tenía algún motivo noble para basar este álbum en la música que había admirado y aprendido antes de mis roces con aquel descrédito. Pero si estaba intentando mostrar respeto y enmendarlo, dudo de que el orgullo me hubiera permitido expresarlo después de haber llevado a cabo mi forzada explicación a aquel jurado de furiosos y mojigatos. Simplemente volví al trabajo y me fié de mi instinto, mi curiosidad y mis imperecederas pasiones musicales”.

En ‘Riot act’, la voz de Costello suena desgarrada, como la de la víctima de un verdugo a punto ser ajusticiado bajo el filo del hacha y expuesto ante los ojos de una audiencia con ganas de sangre reunida en la plaza central. Pero no grita para suplicar clemencia o pedir perdón, sino para mostrar su hastío después del suceso que no debería haber trascendido. El término “Riot act” en el ámbito legal significa “Ley de orden público”, pero Elvis, como buen aficionado a los juegos de palabras, también lo empleó con un significado coloquial que equivaldría a “podéis cantarme las cuarenta”.

Lo que no tuvieron en cuenta aquellos que le cantaron las cuarenta fue que él formaba parte del movimiento Rock Against Racism, ¿cómo podía ser catalogado como racista alguien que participaba en un movimiento precisamente contra eso? Pero por otro lado, lo que Elvis Costello aprendió fue que aquel personaje de gafas de pasta guerrillero y provocador que había creado se le podía volver en su contra. Y también que el alcohol no es un buen compañero en una conversación.

sábado, 7 de septiembre de 2013

ELVIS COSTELLO IN AMOEBA

Este registro resulta revelador , un Costello maduro que sigue disfrutando del aprendizaje en la asimilación de la música tradicional americana y que deja la impronta de un músico total lanzado a la excelencia ; alejado siempre de la turbias aguas de la tacañería creativa asistimos hoy a un fino estilista de evolución todavía ascendente ; su deseo de aprender y disfrutar de forma siempre deshinbida de todas las formas de música popular lo convierten en un intuitivo arqueólogo musical que asimila sus corrientes sin perder nunca , nunca , su radical idiosincrasia , su punzante personalidad . Este pase en el Amoeba es un acto valiente , que en su escueta y perfecta instrumentación deja en el aire de ese enorme recinto abarrotado de discos - nuestros espacios físicos favoritos- la emoción de la música bien hecha ; la sutil complicidad de un virtuoso Jim Lauderdale y el barniz de la mandolina ( el anclaje , la raíz, el orígen que nos da sentido ) que aporta Mike Compton hace que este documento consiga ese espíritu integrador que lo inspira ; momentos memorables , muchos , cada cual fijará su retina y oído según su preferencia ; yo me quedo con la sensación de que transita en las tres temporalidades , pasado , presente y futuro que hacen de Elvis Costello un ARTISTA TOTAL , aunque tan sólo por motivos higiénicos sentimentales señalo la lejana y desenfadada Blame It On Cain y la versión de Not Fade Away de mi adorado Buddy Holly con la que finaliza este esclarecedor set que escucho tantas veces en privado como sano refugio a tanto simulacro que anda suelto por ahí . Enjoy.

domingo, 1 de septiembre de 2013

SAM & DAVE & BOSS & MaCMANUS

Qué mejor manera de atizarle a una mañana dominguera que con la conocida y vivaracha versión del Godglasses del clásico de Sam & Dave en directo y a toda candela (y seguimos la estela del anterior posteo, de paso). Además con las tablas del grandioso Don Bruno Primaveras a sumar y, con ello, para qué más... Y qué bien que se lo pasan los puñeteros, claro.

Y para rematar la faena, en cuanto a versiones del enorme "Get happy !!", ahí queda eso también:

jueves, 29 de agosto de 2013

GET HAPPY !! (1980)

"Ser feliz"... ¿"Feliz", viniendo del pregonero mayor de pesares, desconfianzas y rencores de la mejor new wave en su más pleno esplendor?. Sospechoso cuanto menos... Y sin embargo algo si ha cambiado en el discurso. Y es que esos " pesares, desconfianzas y rencores" en "Get happy !!" ya se tornan pura bilis, rabia y desaprobación en absoluto disimulada. Póngamos sarcasmo pues a la hora de subrayar el porqué del título, que la ironía se queda corta y con ello, claro, ya empieza a cuadrar un poco el asunto en cuanto a expectativas previas.


 Lo cierto es que no tenía muchos motivos de felicidad el Godglasses por aquellos días si hacemos caso a biografías y documentos varios. El recuento de eventos y contrariedades no está nada mal: Steve Nieve abandona en determinado momento el proyecto (siendo sustituido por el guitarra, aunque fuera para los teclados, de los Rumour -los Attractions del no precisamente manco Graham Parker, recordemos si es preciso y para entendernos-); los propios Attractions aparcan eventualmente a su capo y prueban fortuna con su primer disco sin estar bajo el cobijo del ala costellera (que no lo escuché nunca pero las críticas, por lo poco que pude encontrar al respective, se decantan por el degüelle total y sin miramiento alguno); venía también nuestro prota de aquél celebérrimo incidente con la corista de la banda de Stills que tanto trascendió en los medios y que le dejó una sensación -errónea ni qué decir- de que si volvia a ver América iba a ser por la tele; sin olvidar (entre otras) el dolor de cabeza constante por los cambios de discográfica con el cierre de Riviera y la llegada a 2Tone surgida a su vez de las cenizas de Radar... Muchas cosas y muy pocas buenas, en resumen. Y como tuvo que ser aquella gira, la del "Armed forces" me refiero, en sus últimos compases presentando ya parte del temario de esta nueva obra que ya asomaba en ciernes... "Armed funk tour" que lo bautizaron, como se explica en el texto que incorpora la reedición noventera y digital de Demon, y tan anchos se quedaron. Otra de las buenas es cuando Bruce Thomas se cortó en un brazo con una botella antes de un concierto teniendo que ser reemplazado para la ocasión por nada menos que Phil Lynott (el creador de "Trust" compartiendo tablas con el de "Jailbreak"... que nadie intente dar más que no se puede). Dicho concierto, ya puestos, quedó inmortalizado en un pirata de tirada ultralimitada por el que muchos matarían o por el que, por lo menos, podrían desprenderse de varios apéndices y además con la risa... En fin, no lo alargo y aunque esto último son más anécdotas que contratiempos creo que quedó bien clarinete antes que no fue precisamente happy como entró Don MacManus al estudio donde el disco que hoy nos ocupa fue fraguado... Y a todo esto, antes de saltar párrafo y para los/las amantes de la síntesis: ¿qué si el disco es bueno con tanta mandanga previa -y mucha más que me/les ahorré, que no veas que declaraciones/perlas se marcaba el amigo por aquellos días-?. Pues no. Es imprescindible. Punto. Referirse a "Get happy !!" en términos de "bueno" es como afirmar que el Atlántico está "algo mojado"...

Y siguiendo con lo que toca, que es el tratar de abarcar el suculento contenido del fantástico elepé de hoy, es al que suscribe a quien le sobrevienen las dudas... ¿Qué es lo correcto, respetar el órden original del vinilo que tengo a un lado o el órden de la antes mentada reedición en cedé que tengo en el otro? ... Conviene aclarar que en este segundo caso el disco empieza al principio de la B side original, y no parece quizá el mayor de los problemas del mundo, en efecto, pero no menos cierto resulta que la secuencia de tracks deviene, o suele hacerlo en gran medida, en unas u otras sensaciones finales para el que escucha. Optaré hoy por esa segunda opción igualmente, y con las disculpas procedentes de ser estas necesarias, ya que me compré el compact de Demon (con sus bonus y tal) algo más de un lustro antes que el adorado vinilazo por lo que me acostumbré a escucharlo así, ya de primeras y hace sus buenos añitos, y me cuesta lo indecible revertir hoy así y de repente el asunto. Así, empezaremos el "disco soul de Costello" con los trotones ritmos acelerados de "Love for tender". Que habita a medio camino de "no action" y el "clubland" en lo audible y toda una declaración de intenciones, independientemente del órden elegido (es un principio de cara, sea la que sea, en definitiva), que da validez a esas declaraciones del maestro en relación a la exagerada (y bendita, por la entidad y personalidad propia que con ello se consigue) celeridad en que fuera parido el disco. "Opportunity" tiene ese marchamo juguetón de órgano que suena, según como, a videogame ochentero de Atari o similar, que ya habíamos oido de forma parecida en aquella "living in paradise" del "Model" aunque sin el glorioso reverso popero de quilates en el estribillo de esta última, me parece de recibo aclarar... Aunque, por contra, su ritmo más redondo -y tan ex profesamente "soulero"- le permite llenar con solvencia el grueso de la canción (cosa que no podría hacer la otra sin el mentado estribillo... si al final todo tiene lo suyo, claro qué sí). Pero ojo, al tanto, que llega una de mis favoritas: "the imposter". Que si la primera era vivaracha esta alcanza visos casi esquizoides en comparativa... Lo que en "love for tender" era rencor disfrazado de ironía y en la siguiente una demanda/exigencia de honestidad, en "the imposter" es denuncia directa a toda pastilla... Enorme Bruce Thomas a las cuatro cuerdas, por cierto. Siempre he pensado que es en este disco donde más luce el bajista (¿"soul acelerado"?, el sueño de cualquier bajista de la eclosión punk/newaver de los end-70's que se precie y qué bien que le quedó todo al puñetero -y qué lástima conocer en perspectiva como acabaría la relación entre los dos músicos, claro-). La también muy exigua en duración "secondary modern" es una canción de tempo claramente lento cuya resultona elegancia pone la alfombra roja para las ocho maravillas que siguen en tropel y que conforman el embutido central, lo realmente gordo (aunque con asteriscos a argüir como veremos/escucharemos al final de todo), de "Get happy !!". Y es que todo eso que sigue, de "king horse" a "black & white world", es una demostración de talento compositivo y variantes de registro interpretativo al alcance solo de los elegidos. De los elegidos de verdad. Y para agilizar lo despejo rápido. Para que perderme en los circunloquios garraferos habituales... Las melodías inapelables de "men called uncle" (sweet juventú espolvoreada con la agriedad de turno), lo incontestable de "king horse" (todo un single en potencia para las "fuerzas armadas" que, anda mira, aparece por aquí) o la misma "possession"... Empiezen, empiezen el día entonando a pleno pulmón, y tratando de emular la melodía, lo de "if there's anything that you want, if there's anything that you need" y el mundo ya es algo mejor. Y claro que "new Amsterdam" (que hace referencia a NY no a la capital holandesa, ya puestos) con sus aires "folkeros" y producción distinta al margen del resto del disco y sin mediar los Attractions, pues así fue registrada, es de lo más hermoso que nunca haya compuesto nuestro héroe (un saludo de anticipo al futuro "rey yanqui") pero, al tanto, que no la pondría tanto por encima de la también maravillosa perse "clowntime is over" (tremenda letra de fin de ciclos vitales remachada con una instrumentación que evoca despedidas de verano y diversiones varias). Y sigue el festival con la fanfarria marca de la casa (por entonces al menos y con los matices souleros perseguidos y encontrados para la ocasión) de "high fidelity" y su famoso juego de palabras, y la no menos trotona -e igualmente famosa- versión de Sam & Dave "I can't stand up for falling down"... Todo un regalazo que nos hizo, qué duda cabe, en los bises del reciente concierto del pasado julio... Esa manera de empezar lentamente, arrastrando, la segunda del par mentadas... La madre que lo parió !. Y ahí queda también "black & white world", faltaría... Otra vuelta de tuerca al concepto musical propuesto por "green shirt" del anterior elepé pero superándose en la propuesta melódica, todo ello (todo un que recurrente en este álbum) en menos de dos minutos. Llegados a este punto alguien podría pensar que al haber destacado previamente ese ramillete de canciones lo que queda hasta el final ralla por debajo, se puede entender... Nada más lejos que el planeta de los simios. A partir de ese momento, para las ocho tracks que quedan, el asunto se abre en todas direcciones y es, en verdad, uno de los documentos/argumentos más perennes que se puedan mentar a la hora de recordar porque Costello es a la new wave lo que el otro Elvis al R'n'r, Bowie al glam rock o los Ramones al punk: la fucking/blessed bandera, sin nada a rechistar. Uno puede casi adivinar toques skatalísticos en la inmaculada clase popera de "5ive years inreverse" (que este hombre produzco el "mensaje para Rudy" de los Specials poco antes, conviene recordar y atención al trabajo de Bruce de nuevo, please), el baladón con dejes r&b de "motel matches" que poco tiene que envidiar a los inolvidables "little triggers" del "model", y en medio queda "B movie" con su poso reggae que parece recoger el aún relativamente cercano testigo de los "detectives vigilados". En "human touch" , a su vez, ya no queda nada que adivinar, es un ska quema suelas de manual (adecuadamente "popeado" en sus matices, pero ska al fin). La sigue "beaten to the punch", el momento "Trust" más marcado de esta referencia (imagínensela de la mano con "fish'n'paper") y que deja entrever por donde irán los tiros en el futuro inmediato del artista/combo. Y si "temptation" fuese un poco más redonda, y en todos los frentes, no estaríamos en este plano existencial... Es de esas canciones, como mi favorita -"mi canción"- "watch your step" del siguiente álbum, en las que parece que no pase nada, que no haya nada especial a comentar (por su tan engañosa sencillez) y que, por alguna razón extraña e inexplicable, te atrapa en crudo. Momento de nuevo para la fanfarria con la imparable versión de los Merseybeats "I stand acussed", junto a "the imposter" mi canción "rápida" favorita del disco, con esa armónica al final y el ritmo innegociablemente creciente... Brutal youth la de este hombre, vaya qué sí. Pero, claro, el tipo es tan granuja que todavía tiene tiempo de dejarte k.o., ya del todo y sobre la bocina... "Riot act" es una de las mejores composiciones e interpretaciones del genio (de verdad que se lo prometo) que, en esta ocasión, parece adelantar las formas y maneras del también imprescindible "dormitorio imperial", amén de dar carpetazo a este pedazo de álbum con, de nuevo, un registro no utilizado hasta ese momento en el mismo. En resumen, si tu vida corre peligro de exceder los diez discos costelleros (que vaya desgracia de proporciones bíblicas también, claro) ni se te ocurra dejar de meter en la saca "Get happy !!". Irrepetible es hacer corto.

 

sábado, 10 de agosto de 2013

Va de listas...: De lo mejor a lo peor de Costello.


Aprovechando el comentario del gran ericwaits (otro costellero ilustre y vivido) en la anterior entrada, reflejamos la lista que él nos señala en ese comentario.


http://www.stereogum.com/1426582/elvis-costello-albums-from-worst-to-best

Una lista como otra mas. En el previo al concierto de Barcelona estabamos debatiendo sobre discos del maestro nikochan, guzz y servidor y entre los tres coincidimos en que si pusieramos en una mesa a diez seguidores de Costello a elegir su album favorito del gafotas, era posible que no hubiera ninguna coincidencia entre ellos. Así de basta, rica y eclectica es su obra.

Cada uno tenemos nuestras preferencias. Pero así, a bote pronto, ni Armed Forces sería mi número 1 ni Migthy Like A Rose ocuparía un lugar tan bajo.

martes, 6 de agosto de 2013

National Ransom (2010). Una elegante obra maestra de madurez.



Por todos es conocida la camaleónica capacidad de Elvis Costello para mimetizarse dentro de diferentes géneros musicales. Desde que con aquel memorable Get Happy! de 1980 decidió rendir pleitesia a la música soul, se ha atrevido con todo. Y con todo ha dado la de cal. Porque Costello siempre es una apuesta segura, además de un músico único. Único hasta para sus detractores. Un tipo irrepetible y que en esta humilde mansión siempre tendrá garantizada una habitación de lujo. Reservada solo para los más grandes. El es uno de ellos.

El disco de versiones de 1981 Almost Blue (por el que rompo una más que merecida lanza), y las obras definitivas que son King Of America y The Delivery Man (a las que por supuesto iré dedicando entradas en un futuro no muy lejano), habían destapado el tarro de las esencias de ese Costello deudor de la música hecha en América. Uno de mis Costellosfavoritos. Discos, maravillosos todos ellos, en los que Declan nos ofrece unas colecciones de temas que se agarran con fuerza a la música genuinamente americana (country, blues, americana, etc..). Con Secret, Profane & Sugarcane (un disco para fans), de 2009, fue mas allá, apuntó mejor el tiro y nos entregó una obra aun mas concreta en su aroma añejo y asentado exclusivamente en el country más puro. National Ransom, su último disco de estudio, es el paso definitivo a la excelencia. Un compendio genial de todo ese camino recorrido. La gran obra costelliana?

Sinceramente, cualquiera que no sea aficionado a la música de Costello y se acerque con entusiasmo a este disco, se sorprenderá y no lo lamentará. Guarda entre sus surcos unas canciones brillantes, orientadas a todo tipo de estilos y gustos dentro de toda la amalgama estilística que caracteriza su obra reciente. Aquellos que disfruten del country más asequible y contagioso tienen en I Lost You su gran piedra de toque. Los que amamos la parte más jazzística de Costello (aquella que nos hace vibrar en North, por ejemplo), tenemos en You Hung The Moon y Jimmie Standing In The Rain dos de sus mejores composiciones. El rock mas imposter encaja a la perfección en maravillas como National Ransom (que abre la obra). También está el Costello mas desenfadado en cortes maestros como A Slow Drag With Josephine y en cortes de una intensidad especial como en la extraordinaria Dr Watson I Presume o la no menos redonda One Bell Ringing. E incluso, ese Costello al que le gusta mostrarse mas vulnerable, sin el respaldo de su grupo, y que resulta arrebatador: Bullets For The New-Born King .Pero hay mas, mucho mas, como la enorme Five Small Words. Son dieciséis cortes indispensables y la altura de sus grandes clásicos. La compañía de T-Bonet siempre le ha sentado de maravilla. Es con el que mas cómodo lleva sientiéndose desde mediados de los ochenta.

Resulta pasmosa, y nunca me cansaré de decirlo, la capacidad que tiene la mente de este señor para parir tanto numero de fantásticas canciones a las que el paso del tiempo no les quita ni un apice de calidad y encanto. Costello es brillante, e inteligente. Un visionario del rock. No podría vivir sin el.


Entrada rescatada desde el blog http://mansionenlacolina.blogspot.com.es.

domingo, 4 de agosto de 2013

Anecdotario Costello: Comiendo con Diana en Donosti.




Solo faltaba la foto. Y ya la tenemos: Elvis Costello y su mujer, Diana Krall, juntos en Donostia. Es en el restaurante Urola, con el cocinero Pablo Loureiro y el personal del recuperado local de la Parte Vieja. Parece la clásica imagen de una pareja de guiris que disfruta de San Sebastián .Pero detrás de esa inagen hay bastante más.

Lo importante es que los dos músicos ofrecieron hace unos días brillantes conciertos en el Jazzaldia: Costello estuvo a su nivel en la actuación gratuita para gautxoris en la playa de La Zurriola; Krall evidenció en el Kursaal su madurez como artista y como persona firmando una actuación elegante, contundente y redonda.

Pero la crónica rosa del Jazzaldia exigía la foto donostiarra y conjunta de la pareja. Costello canceló el domingo su concierto en Lisboa (no sabemos bien por qué) y regresó a San Sebastián. Asistió al concierto de su esposa, se fueron juntos a cenar a Rekondo… y después se dirigieron al Urola para juntarse con otros amigos que cenaban ahí. Bebieron buen vino y comieron anchoas. Y después se fueron al hotel María Cristina, donde les esperaban sus gemelos.

Si nos pusiéramos cursis diríamos que Diana y Elvis, al fin, se amaron en Donostia. Dejémoslo en que San Sebastián fue el punto de encuentro donde sus respectivas giras se cruzaron. Los dos se fueron de la ciudad repitiendo eso tan sabido de “qué ciudad tan maravillosa”. Como Jamie Cullum, que quiere volver y actuar cuatro días consecutivos. O como John Zorn.

Krall y Costello en San Sebastián: ya está la foto. Ya podemos dar por cerrado el Jazzaldia. Ya podemos irnos de vacaciones. Feliz agosto.

sábado, 3 de agosto de 2013

Anecdotario Costello: Radio Futura teloneando a Elvis (1979).



Nunca he sido un gran admirador de la música de Radio Futura (aunque les respeto enormemente), pero como curiosidad es importante destacar que el primer concierto de su carrera lo hicieron ni mas ni menos que como teloneros de Elvis en 1979. En su día, la revista Rolling Stone publicó el siguiente recordatorio sobre aquel hecho. Lo recuperamos.


- RADIO FUTURA:

Dónde: Barcelona, 1979, como teloneros de Elvis Costello. 

Aforo: Unas 3.000 personas, pero todas para ver a Costello. 

Caché: Ni un duro. 

Qué pasó: “Grabando nuestro primer single, Enamorado de la moda juvenil, nos dijeron que si queríamos tocar al día siguiente de teloneros de Costello. Dijimos que sí, y luego pensamos: ‘¿Cómo se hace eso de tocar?’. No teníamos ni idea. Ni tampoco batería: teníamos una caja de ritmos. Tocamos una media hora, el Enamorado..., Cinco semanas en globo... Y salimos hasta arriba de maquillaje. Debimos hacerlo bien porque nada más terminar nos propusieron grabar un disco. Santiago Auserón tenía por aquella época una guitarra Fender Jaguar, y Costello era coleccionista de esa marca. Uno de los roadies [asistentes] de Costello se pasó todo el día persiguiendo a Santiago con una oferta. El roadie quería vendérsela a Costello por el doble. Pero Santiago no quiso”, declara Radio Futura. 

El diario el Pais también se hizo eco de aquel concierto. 





viernes, 2 de agosto de 2013

LAS " BONUS TRACKS " DE KING OF AMERICA

Cinco , cinco perlas como  rosario de sutilezas , de virtud  musical , de cálida armonía ; es cierto que no se alejan  de la  hermosa permeabilidad  que define a King of America y que estas canciones se mimetizan a la perfección en su paisaje , pero siempre las he considerado como una especie de mini album  autónomo , un ep camuflado , un bendito regalo de erudición lírica , escondido  y envenenado con  intrínseca vida propia ;  al final creo que no podré evitar ocultar  mi devoción por esta secuencia de canciones que aun logran articular , vertebrar sentimientos  que todavía no he logrado dispersar ; sigo girando y girando en torno a estas canciones  que descansan en mi propia identidad .


La  colaboración de Elvis Costello  con T. Bonne Burnett  bautizada como The Coward Brothers  impone una sonoridad agreste  a The People´s Limousine ( más festiva )  y  la dulce, nostágica  They´ll Never Take Her Love from Me , para dar paso a ese íntimo exorcismo  que es Suffering Face  , huesuda  canción de triste belleza  que pelliza en la emoción  ; no hay duda , Costello estaba  sobrado , su filón expresivo  se había ensanchado  ; y es que  King of America, con estas bonus tracks incorporadas a sus andares  ,  aun siendo quizá de los más alejados de su composición imprevisible  se convierten en un punto de inflexión en su carrera  : el tiempo , como a todos , había moldeado  su inicial  , autoparódica arrogancia  en la humildad de quien encuentra fijeza , sentido  en las raices  , aun no dejando nunca , nunca de ser radicalmente independiente ; y valiente , como demuestra  estas desnudas canciones que tienen ese halo único , que desprenden ese no se qué  que desarman ; esas canciones que sólo los más osados se pueden permitir . Costello estaba lanzado , tan sólo unos meses después aparecía Blood & Chocolate …..


 
(Suffering Face) 

Shoes Without Heels y King of Confidence  cierran  estos cinco éxitos nostálgicos  de triste belleza  que evolucionan  con una coherencia  que desconozco si fue premeditada ; canciones que todavía hoy son mis cómplices y  que exigen , como cualquier  actividad  humana , colaboración ; Costello desarma , estimula , juega ; metáforas , eufemismos para señalar la falta de sentido del humor  de la sociedad yanki  , a la que  adula de forma sarcástica  su nacionalismo barato ; sí , Costello es un  pérfido y lúcido observador social  de sorna y mordacidad  exquisitamente británica ; y aunque todo esto y más subyace  en  estas  exquisitas canciones yo me refugio en soledad  en el vaivén  de su fascinante  sencillez .
Lanzado , Costello estaba lanzado……

(Shoes without Heels)

miércoles, 31 de julio de 2013

Elvis Costello´s 50 best songs.


Antes de nada, agradecer enormemente a Guzz la posibilidad de poder escribir en Imperial Trust. Me pilló de sorpresa su propuesta y no me queda mas que darle las gracias por la oportunidad de poder aportar mas ideas, comentarios, entradas a este humilde pero gran espacio dedicado a Elvis Costello. Guzz fue sin duda la persona que mas me empujó a conocer la obra de este genio y mas me indicó los caminos que debía seguir. Hasta llegar a la meta de poder verle en directo y de premio, esta posibilidad de participar activamente en su blog.

Hay mas ideas en mente para impulsar el blog (facebook, foro dedicado, etc…) y las estamos barajando y planteando. El objetivo es siempre dar a conocer y reivindicar la obra de este músico apasionante y apasionado y poder compartir gustos, opiniones, criticas y demas aspectos que rodean la figura de Declan MacManus. Estad atentos a las novedades que puedan ir produciéndose. Y por supuesto, estamos abiertos a cualquier idea, sugerencia y critica que consideréis oportuno. Costello lo merece, por encima de todo.

Y a modo de entrada inicial, me gustaria recuperar una encuesta que se hizo en el foro semi-oficial de Costello en la red: www.elviscostellofans.com. Data de 2004 y fue una votación masiva por parte de muchos costelleros (extranjeros, en su mayor parte) para elegir las 50 mejores canciones del genio. Ni mas ni menos. Al ser de ese año la encuesta, discos como Momofuku o National Ransom (entre otros) quedaron fuera de la votación por motivos obvios. Esta es la lista, significativa, votada por los seguidores de Costello.

1. Beyond Belief
2. Man Out Of Time
3. I Want You
4. Alison
5. Radio, Radio
6. Brilliant Mistake
7. Almost Blue
8. Oliver's Army
9. Lipstick Vogue
10. Couldn't Call It Unexpected No. 4
11. Accidents Will Happen
12. I Hope You're Happy Now
13. Riot Act
14. (What's So Funny 'Bout) Peace, Love, and Understanding
15. Human Hands
16. Watching The Detectives
17. King Horse
18. Shipbuilding
19. God Give Me Strength
20. The Other End Of The Telescope
21. Battered Old Bird
22. (The Angels Wanna Wear My) Red Shoes
23. High Fidelity
24. My Dark Life
25. Hoover Factory
26. Little Triggers
27. Watch Your Step
28. (I Don't Want To Go To) Chelsea
29. Indoor Fireworks
30. New Amsterdam
31. New Lace Sleeves
32. Sleep Of The Just
33. The Beat
34. No Action
35. You Little Fool
36. Deep Dark Truthful Mirror
37. Everyday I Write The Book
38. So Like Candy
39. You Tripped At Every Step
40. All Thise Useless Beuty
41. Episode Of Blonde
42. The Favourite Hour
43. I'll Wear It Proudly
44. Home Is Anywhere You Hang Your Head
45. How To Be Dumb
46. Big Tears
47. Blue Chair
48. Possession
49. Baby Plays Around
50. Shot With His Own Gun 


sábado, 27 de julio de 2013

E.C. & THE IMPOSTERS : BCN, RAZZMATAZZ 26/07/2013


Pues ya pasó. Ya está visto. Como ya he comentado en alguna ocasión fijarse si soy fan de este señor que, através de un razonamiento absolutamente agilipollado (que no reproduzco para no alargar -tema de no querer compartir a tu ídolo con nadie más o temor a una posible decepción, etc.-), me había negado hasta ayer a verlo en directo a pesar de las no pocas oportunidades previas... Por otro lado estaba el hecho de como ha ido mutando el asunto con el pasar de los meses: de concierto único en España al aire libre en una magnífica noche veraniega (que aunque sea tontería lo de "concierto único" dejaba una halagüeña sensación de "seguro que echa el resto para dejar el pabellón en los cielos el canalla") a un bolo embutido entre otros dos y en días consecutivos (lo que, por bregados que estén, proyectaba a su vez un: "bueno, estará bien seguro pero tendrán que dosificarse que ya van teniendo una edad estos señores, que se le va a hacer..."), a sumar -restar para el caso- el cambio al Razzmatazz de los huevos (que en comparación al Poble Espanyol sale bastante  perjudicado: la diferencia entre la cercanía de un contexto tipo Plaza Mayor del pueblo a otro propio de la frialdad discotequera que -particularmente- me supone el puto Razz... al que, a no ser que metan a tocar a alguien que me interese lo indecible, yo no vuelvo mazz... (y ya no me meto en que cobrar cuarenta tarugos por entrada por un concierto ahí me parece una jetada del quince... hubiera pagado más que eso gustoso, además y por supuesto, de haberse mantenido la propuesta original pero por el Razz... Si, de acuerdo, en este caso concreto por ser quien era pero, inevitablemente, la predisposición varia, es de cajón). Además, yendo ya al contenido al concierto en si, está el hecho de no tocó esta o la otra... Particularmente me quede con las ganas de escuchar "mi canción", "watch your step", o esa virguería del "rocking horse road" que el granuja venía recuperando en buena parte de sus últimos sets... Sin embargo, al loro, este es un posteo con trampa: empecé por lo menos bueno ahora sigo con todo lo demás...


Y siguiendo el hilo lo primero a matizar está claro: hablamos de un artista que en caso de realizar un concierto de cien canciones todavía se echaría en falta alguna que otra docena de más (y eso siendo prudente, como ya saben sin duda todos/as los costelleros/as de pro). Imposible que te acierte (a tí o a cualquiera) de pleno, vaya. Tendría que obligarle uno a realizar un setlist a la carta y aún así el tipo se desmayaba seguro y de puro agotamiento antes de acabar con el pedido... En cualquier caso, y volviendo a lo de ayer noche, solo cabe rendirse a la evidencia de que cuando vas a ver a un grande, pero grande de los de verdad, solo queda agradecer y sentirte muy afortunado sea lo que sea lo que haya elegido el artista para la chirigota de turno. Y sanseacabó. Más teniendo en cuenta que de Costello sus acérrimos solemos opinar que, directamente, nadie o poco menos -aunque para mí nadie, quede claro- tiene un mayor número de canciones realmente buenas (y variadas en género para más inri). Porque veamos: "beyond belief", "(what's so funny 'bout ?) PL&U", "Alison", "I can't stand up for falling down", "(...) Chelsea", "radio, radio", "high fidelity", "I want you", "everyday I write the book", "Clubland", "Oliver's army", "a slow drag with Josephine", "pump it up", "watching the detectives", "suit of lights"... todo eso y más, que sonó ayer durante el par de horas de actuación más rápidas que jamás haya visto in situ o por la tele. Y con semejante arsenal, claro, ¿quién coño le dice algo?. Después ya se puede sacar todas las puntas que uno quiera: que si en otro local hubiera estado incluso mejor, que si no ha tocado cosas de tal o cual disco, que si terminar con un cover (aunque sea de sus mismísimas majestades) queda raro, que si me ha faltado otro bis (a mí me faltaron unos veintisiete bises, nos jodió, de hecho aún seguiríamos allí si por mi fuera y aunque tuvieran que habernos sondado vesicalmente a todos, artistas y espectadores), etc... Pero durante la actuación, Costello y  Attractions (pues eso son los Imposters cambiando a Bruce Thomas por Davey Faragher en definitiva) son de esta gente tan contadísima que detienen flujos temporales como quien se rasca la hucha de recien levantado: "coño, ¿ya está?", era un poco la cosa al terminar...Venga a mirar el reloj y, sí, en efecto, no ha sido la madre de todos los desfases pero su buen rato se han estado. Y me sorprendió Faragher (por mi ignorancia mayormente, que no es precisamente que empezara hace una semana o que no tenga currículo este hombre) pero, no cabe engañarse, siete lustros de tocar con Pete Thomas y el gran (enorme, descomunal) Steve Nieve se dejan notar... Costello con este par ya se comunica telepáticamente o algo... Tremendo cuando hacian la intro mientras el otro cambiaba de guitarra sin detener la verbena y con esa soltura natural que solo los años y años de brega y experiencia otorgan. Aunque para sorpresa el propio Costello como guitarrista... Ya tiene buena fama de tener un estilo particular y variado en registros, sí, pero tras ver lo que hizo con "i want you"... Y que sobrado que va el cabrito (hasta "solos de silbido" y capelas a modo brochero para alguna canción y todo, joder). En definitiva, se cumplió el prospecto ("imposible cagarla en directo con este hombre") y todos muy contentos para casa. En el haber la satisfacción de haber visto a unos de los más grandes de toda la historia del Rock y mi mayor ídolo en ciernes a media  docena de metros durante dos horas y en el debe, solo, que quizá no fue la epifanía vital y absoluta que podría haber sido (local mal seleccionado y determinados momentos de su tan extensa carrera pasados por alto flagrantemente o apenas sugeridos). Capítulo aparte por el honor y alegría de conocer in person al gran Mansion on the Hill (uno de los nuestros... de esta gente peligrosa como el Nikochan o yo mismo que si te pones a hablar de R'n'r se te puede hacer de día más de una vez si te descuidas) y el momento extásis total de mi antagonista con esa postrera y stoniana "out of time". Seguramente o no volveré con más de lo que me ha supuesto este primer contacto live con el Godglasses, cuando vaya digeriendo y recordando mejor algunos aspectos a considerar de la actuación,  pero como "primeras impresiones" aquí queda esto. No acabo, por cierto, con nada del tipo: " si tenía alguna duda de que es el puto amo tras verlo ayer en directo ya no me queda ninguna", o similar... Sería hacer el panoli de gratis: ya hace muchos años que lo tengo más que claro. Imagínate que tienes un colega de estos que no viven sino por y para escuchar rock en sus formas más reconocidas y mejores en la historia... Y ahora imagina que ese colega además puede componer, tocar y cantar, como mínimo igual de bien que lo logrado por entre lo más imprescindible y granado de dichas "formas más reconocidas y mejores en la historia". Eso es Elvis Costello, el ascenso inevitable del fan que con el pasar de los años, a base de buen gusto, inquietudes muchas y perfeccionarse sin pausa,  acaba por alcanzar a todos sus héroes. Superándolos prácticamente a todos a decir verdad, podría alguien argüir con sabiduría. Yo no, claro. Yo quito sin vergüenza ni problema alguno el "prácticamente" de esa frase y me quedo tan ancho.

Setlist
01. Turpentine/ 02. Beyond Belief/ 03. Clubland/ 04. Everyday I Write The Book/ 05. Either Side Of The Same Town/ 06. Song With Rose - for Santiago/ 07. Green Shirt/ 08. Poor Napoleon/ 09. Watching The Detectives/ 10. Bedlam/ 11. She/ 12. A Slow Drag With Josephine/ 13. Walkin' My Baby Back Home/ 14. Suit Of Lights/ 15. Jimmie Standing In The Rain/ 16. Oliver's Army/ 17. (I Don't Want To Go To) Chelsea/ 18. I Want You
Encore
19. Lipstick Vogue/20. I Can't Stand Up For Falling Down/21. High Fidelity/22. Alison - including Tears and Over The Rainbow/ 23. Radio, Radio/ 24. Pump It Up/ 25. (What's So Funny 'Bout) Peace, Love And Understanding?/ 26. Out Of Time

Pd. Concierto íntegro en Glastonbury de este mismo 2013 a modo broche contextualizante:

viernes, 12 de julio de 2013

TOP-100 COSTELLADAS GUZZERAS

Aún sumergido en plena dispersión burrero-galopante y pasajera de esas que me dan cada tanto y mientras espero a volver a tener una estructura de tiempos y espacios que me permita bloguear a mis anchas no he podido estarme de poner mis cien costelladas favoritas (o al menos las que me han salido así a bote pronto -que si bien no es el colmo de lo estricto, ok, si me sirve de baremo por aquello del "por algo será" que puse una u otra-). En fin, disculpándome por la larga ausencia con todas las buenas gentes, amigos y colegas de la blogosfera, ahí va eso sin más... Y que no se dude: i'll be back, como Terminator o el ajo y que diox salve al Godglasses !


1. WATCH YOUR STEP
2. WAITING FOR THE END OF THE WORLD
3. JACK OF ALL PARADES
4. MIRACLE MAN
5. BIG SISTER'S CLOTHES
6. I STAND ACUSSED
7. ROCKING HORSE ROAD
8. OUR LITTLE ANGEL
9. (I DON'T WANT TO GO TO) CHELSEA
10. MAN OUT OF TIME
11. CLUBLAND
12. SHIPBUILDING
13. SHALLOW GRAVE
14. BEDLAM
15. BRILLIANT MISTAKE
16. (THE ANGELS WANNA WEAR MY) RED SHOES
17. PARDON ME, MADAM, MY NAME IS EVE
18. PIDGIN ENGLISH
19. THE IMPOSTER
20. NEW LACE SLEEVES
21. I HOPE YOU'RE HAPPY NOW
22. ACCIDENTS WILL HAPPEN
23. I'LL WEAR IT PROUDLY
24. ALISON
25. 20 % AMNESIA
26.  SUIT OF LIGHTS
27. YOU'LL NEVER BE A MAN
28. STILL
29. MONKEY TO MAN
30. RADIO, RADIO
31. NEW AMSTERDAM
32. CLOWN STRIKE
33. YOU BOWED DOWN
34. MY LITTLE BLUE WINDOW
35. OLIVER'S ARMY
36. THE WORLD AND HIS WIFE
37. DR. WATSON, I PRESUME
38. NEXT TIME ROUND
39. SNEAKY FEELINGS
40. DEEP DARK TRUTHFUL MIRROR
41. PUMP IT UP
42, LESS THAN ZERO
43. AMERICAN GANGSTER TIME
44. LITTLE PALACES
45. THE SPELL THAT YOU CAST
46. CRIMES OF PARIS
47. PONY ST.
48. TWO LITTLE HITLERS
49. DADDY CAN I TURN THIS?
50. IMPATIENCE
51. WHITE KNUCKLES
52. NO DANCING
53. LITTLE TRIGGERS
54. POSSESSION
55. KINDER MURDER
56. COULDN'T CALL IT UNEXPECTED N.4
57. SO LIKE CANDY
58. EVERYDAY I WRITE THE BOOK
59. WORTHLESS THING
60. TRAMP THE DIRT DOWN
61. GO AWAY
62. TART
63. THE NAME OF THIS THING IS NOT LOVE
64. YOU LITTLE FOOL
65. THE OTHER END OF THE TELESCOPE
66. (WHAT'S SO FUNNY 'BOUT) PEACE, LOVE AND UNDERSTANDING?*
67. JUST ABOUT GLAD
68. RIOT ACT
69. STRICT TIME
70. I WANT YOU
71. STELLA HURT
72. NO ACTION
73. LONDON'S BRILIANT PARADE
74. GEORGIE AND HER RIVAL
75. FISH'N'PAPER
76. MY THREE SONS
77. THERE'S A STORY IN YOUR VOICE
78. ALL THE RAGE
79. LIVING IN PARADISE
80. PARTY GIRL
81. DRUM & BONE
82. FIVE SMALL WORDS
83. TOWN CRYER
84. CLOWNTIME IS OVER
85. PRETTY WORDS
86. MYSTERY DANCE
87. SHOT WITH HIS OWN GUN
88. ... AND IN EVERY HOME
89. LIPSTICK VOGUE
90. SLEEP OF THE JUST
91. BATTERED OLD BIRD
92. SULKY GIRL
93. YOU LEFT ME IN THE DARK
94. 13 STEPS LEAD DOWN
95. FLUTTER & WOW
96. TOKYO STORM WARNING
97. KING HORSE
98. TINY STEPS
99. THE BEAT
100. WELCOME TO THE WORKING WEEK

*(la escribió Lowe, vale, pero caray que bien que les quedó al gafas y cia)